ANTROPOCRACIAAutorarmandos.ibarra@mail.com |
De la Antropocracia La Antropocracia es una corriente para universalizar al hombre, es un medio para lograr el bienestar del individuo, es un idioma universal entre los nuevos hombres y mujeres del mundo, es la llave de la próxima civilización, es colocar al hombre en el lugar que le corresponde, es un camino angosto que lleva a un objetivo bien definido; es un sacrificio de dos generaciones, porque esta generación es indiferente, pero la siguiente será incrédula; hasta la tercera generación se vería el fruto. ......Por universalizar entendamos dignificar al hombre y hacerlo practicar valores universales. Que este dignificar y práctica se encuentren presentes en cualquier enseñanza, dentro y fuera de escuelas y universidades, dentro y fuera de la familia, en cualquier actividad humana; así mismo, que las leyes estén hechas para el hombre, no que los individuos sean presa de las leyes; que el hombre gobierne al hombre, no los partidos ni sólo un hombre; la forma de gobierno y su funcionamiento debe ser universal, las necesidades de los seres humanos son las mismas en cualquier rincón del mundo; que el pensamiento, como función generadora de principios, sea el propulsor que tienda a elevar al ser humano a niveles más cercanos al de la perfección. Podría decirse que esto sería la utopía de las utopías. ¿Es posible? Sí, es posible. Solamente falta que el hombre quiera renacer. Hoy día estamos lejos de esto último, pero más cerca de la extinción del género humano sobre la Tierra, este mundo que habitamos. ......Adoptar un sistema antropocrático es como reconstruir una casa. El tejado debe ser quitado, teja por teja, madero por madero, sin romper las tejas y sin romper los maderos; los muros deben ser derribados, ladrillo por ladrillo; las tejas, maderos y ladrillos servirán para la nueva casa; los soportes deben ser destruidos; los cimientos no deben ser destruidos, porque los cimientos son la raíz del árbol, y la raíz, los cimientos del hombre. Hombre y casa necesitan cimientos, árbol y hombre necesitan raíces. Reconstruir una casa no es adicionar ni adornar ni encalar la fachada; reconstruir es volver a construir, es edificar otra casa sobre la misma tierra. Reconstruir al hombre es volver a construirlo. ¿Y quién será el arquitecto para realizar esto? Sólo hay una respuesta: el hombre, solamente el hombre. ......La Antropocracia es el fruto de modificar las leyes y la enseñanza académica, de rescatar los valores indiscutibles, de cuestionar y rectificar las costumbres de los pueblos, de reencauzar el pensamiento; en una palabra, de reconstruir al hombre. Si hablamos de una reconstrucción, ¿estamos hablando de una reforma del género humano? ¿Hablamos de humanizar al hombre? ¿Lo permitirá? No es cuestión de invención, sino de voluntad, de una voluntad que contraponga al varón contra el varón, a la mujer contra la mujer, al anciano contra el anciano, al niño contra el niño, al hombre contra el hombre. Que el hombre juzgue al hombre. Ha llegado el momento del juicio del hombre. ......He mencionado la enseñanza en escuelas y universidades, no como el líquido que le da vida a una planta, sino como el aguafuerte que corroerá las entrañas del hombre. Es tiempo de que en los centros de enseñanza del mundo, a todos los niveles, renazca un nuevo humanismo que perdure por diez mil años o más; un surgimiento de un humanismo como no ha existido en el mundo, un humanismo que como mágica sinergia esté moldeado con todas las bondades de las mil y una filosofías inventadas por el hombre. ......Dirigir al hombre hacia la Antropocracia es manejar la más grande de las sinergias, la más noble y la más difícil, es poner en marcha todas las disciplinas que apuntalan al hombre, donde la filosofía juegue el papel más importante, dicho sea de paso, con esto se echa por tierra aquello de que la filosofía ha llegado a ser inútil; ahora es más útil que nunca. He aquí, pues, la más grande tarea para cualquier pensador con mente universal; esto sería el gran examen para la filosofía, que, en caso de reprobarlo, se le habrá exigido demasiado. Aunque parezca imposible debe renacer la moral en el seno familiar. Hoy, cualquier familia en el mundo está en crisis; para no estarlo sería necesario que viviera aisladamente, pero no es así, basta con recibir la influencia de su entorno para que sean modificadas sus estructuras. Haciendo una proyección de lo particular a lo general es fácil deducir que si el núcleo familiar está en crisis, lo está también la sociedad y, más allá, lo está el mundo. El problema no es necesario conocerlo, sino resolverlo, encauzando el deber en el seno familiar, muy ajeno a propósitos religiosos y políticos particulares. ......En el terreno laboral es imperativo que las organizaciones mundiales del trabajo, internacionales o de cualquier país promuevan la modificación de las leyes en la materia, con el fin de que consideren al individuo, hombre o mujer, como un fin y no como un medio para la producción. Con leyes antropocráticas son innecesarios los sindicatos en cualquier rincón del mundo. Hablar del hombre como individuo o como parte integrante de una sociedad es hablar de sus formas de gobierno. El gobierno antropocrático no es el mejor de las formas de gobierno que hoy día existen en el mundo; sin embargo, debo reconocer que la corriente que denominamos democracia es la antesala de la Antropocracia, no porque tiene que vivirse aquélla para llegar a esta última, sino sólo para saber hacia dónde, y desde donde se dirige. La forma de gobierno antropocrático tampoco es producto de fantasías irrealizables; la forma de gobierno antropocrático es la conjunción de los tres grandes ingredientes que han movido al mundo: la experiencia, la razón y la imaginación, así, en ese orden. Con la experiencia recopilamos, con la razón juzgamos y con la imaginación nos podemos proyectar hacia el futuro. ......La Antropocracia persigue el establecimiento de un Consejo Universal y un modelo de gobierno para las naciones del mundo. Apegado a los principios antropocráticos, el Consejo Universal tendrá como propósito promover la armonía entre las naciones del mundo. Estará integrado por un representante de cada nación, sin necesidad de estar reunidos en un lugar fijo, y serán reemplazados periódicamente. Estará compuesto por mujeres y hombres en una proporción igual, no fungirá como juez del mundo ni impondrá sanciones; este Consejo, por lo tanto, desconoce cualquier otro foro internacional o mundial establecido para propósitos similares. Cabe señalar que los propósitos de organizaciones actuales como la Organización Mundial de la Salud, la Organización Internacional del Trabajo y otras, serían competencia de dicho Consejo Universal. ......La figura Consejo no es nueva ni el término; su función o propósito se pierde en la oscuridad del tiempo. Africanos, europeos, asiáticos o americanos la utilizaron, y hoy día se sigue utilizando más de lo que se puede creer, ya en los sistemas de gobierno o en la vida diaria de los individuos. Algo de bueno tiene esta figura que la humanidad sigue caminando a su lado. He aquí, pues, el gran modelo para el futuro de la humanidad donde no tienen cabida los partidos políticos ni las decisiones de un solo hombre; y no existen las figuras de presidente, rey, emperador, primer ministro u otras similares, donde el hombre gobierna al hombre y la mujer a la mujer. Cualquier otra forma de gobierno ha sido, es y será, de interés puramente personal, dígase lo que se diga. ......Si la insignia de esta nueva civilización es el bienestar del hombre, varón y mujer, ¡qué otra cosa podría ser! ¿Quién va a aceparla, adoptarla y difundirla? ¿Quién organizará un sinfín de sociedades? ¿La Antropocracia sería enseñada? ¿Cuáles serían los medios de comunicación? ¿Cómo se vencerían los obstáculos para hacerla realidad? Éstas y muchas preguntas más es necesario hacerse y encontrar respuesta, respuestas que implican acciones titánicas. Participación fundamental será la que se realice en universidades, centros académicos, organizaciones y asociaciones de cualquier tendencia, que abriguen un espíritu tendiente a la perfección del hombre y la mujer, porque al fin y al cabo los individuos se agrupan para perseguir la mejoría de sus integrantes. Algunas veces sólo yendo a la raíz se logran buenos resultados. ......La Antropocracia necesita mujeres y hombres con espíritu, mas no mujeres y hombres pobres de espíritu, sino seres humanos ricos en espíritu; un pobre de espíritu genera pobreza y ésta a su vez crea hombres pobres de espíritu; un hombre o mujer ricos de espíritu son generadores de riqueza y ésta a su vez es generadora de mujeres y hombres ricos de espíritu. La resignación es hija de los pobres de espíritu y un pobre de espíritu no es hombre ni es mujer. Un ser humano pobre de espíritu no vuela ni sueña, es un perdedor antes de la lucha, su paciencia lo convierte en un cobarde, su conformidad lo convierte en cosa utilizable, renuncia a vivir y morir, porque ninguno de los dos está en sus manos, pero está presto a someterse a otros hombres que mejor deberían llamarse buitres, buitres del hombre, buitres de la mujer, siempre al acecho de la carne sin movimiento. No, estos hombres no tienen cabida hoy, en el futuro menos. ¿Tienen culpa? Sí, la tienen. Hoy, más que nunca, se requieren hombres y mujeres ricos de espíritu, mujeres y hombres para quienes la resignación y la sumisión serían cosas del pasado, seres que caminen por caminos de espinas, que crucen el océano aun después de haber naufragado una docena de veces, seres que vuelen en la oscuridad de la noche bajo una tormenta, bajo cielos desconocidos, cuya única guía sea su espíritu emprendedor, mujeres y hombres en cuyo interior aún permanezca encendida la débil flama de un ideal, sueño o utopía, a pesar de que más de la mitad del mundo está en contra de esta última. Es mejor perseguir una utopía y nunca alcanzarla, que quedarse inmóvil y no emprenderla. Esto último es característica de los pobres de espíritu. La Antropocracia necesita mujeres y hombres ricos de espíritu, que sean portadores de la savia que llevarán a la mujer y al hombre hacia su destino. ......Como toda corriente nacida del pensamiento, los principios de la Antropocracia son: el hombre es el centro de las actividades del hombre, el hombre es el gobierno del hombre, el fin es el hombre. Estos tres principios se funden en uno: primero es el hombre. ......Por lo antes expuesto, la Antropocracia es una nueva forma de pensar, una nueva forma de actuar, una nueva cultura, la llave de la próxima civilización. |